El virus de
inmunodeficiencia felina (VIF), es un
lentivirus (de la familia Retroviridae) que afecta a los gatos domésticos
mundialmente, y es el agente causante del sida felino. Aproximadamente un 11 %1
de los gatos del mundo están infectados con el VIF. Este virus difiere
taxonómicamente de otros dos retrovirus felinos, el virus de leucemia felina y
el espumavirus felino; y está más emparentado con el virus de inmunodeficiencia
humana (VIH). Dentro de los VIF, se identificaron 5 subtipos basándose en las
diferencias de la secuencia de codificación de la cobertura viral.
El VIF es el único lentivirus no primate que causa un síndrome similar el sida, pero no siempre la muerte del gato, pueden vivir relativamente familiares como portadores y transmisores de la enfermedad por muchos años. Hay disponible una vacuna aunque su eficacia permanece incierta, y los gatos siguen dando positivo a las pruebas de anticuerpos del VIF después de que son vacunados. Existen dos vías de transmisión de la enfermedad. La vía horizontal consiste en que el Virus de Inmunodeficiencia Felina (VIF) se contagia de gato a gato a través de fluidos orgánicos como la sangre y la saliva, siendo esta última la principal vía de transmisión. Un gato infectado que muerda a uno sano transfiere la enfermedad con un alto índice de probabilidad.
El VIF es el único lentivirus no primate que causa un síndrome similar el sida, pero no siempre la muerte del gato, pueden vivir relativamente familiares como portadores y transmisores de la enfermedad por muchos años. Hay disponible una vacuna aunque su eficacia permanece incierta, y los gatos siguen dando positivo a las pruebas de anticuerpos del VIF después de que son vacunados. Existen dos vías de transmisión de la enfermedad. La vía horizontal consiste en que el Virus de Inmunodeficiencia Felina (VIF) se contagia de gato a gato a través de fluidos orgánicos como la sangre y la saliva, siendo esta última la principal vía de transmisión. Un gato infectado que muerda a uno sano transfiere la enfermedad con un alto índice de probabilidad.
Los machos no castrados
son los mininos más propensos a contagiarse. Las continuas peleas con otros
gatos por querer marcar el territorio y por tratar de conseguir a las hembras
en celo, los convierten en los principales portadores del virus. La mayor
incidencia se presenta entre los cinco y los diez años de edad del gato y es
mayor en los mestizos que en los de raza. Por otro lado, la vía vertical se
refiere al contagio de madre a hijo. Existen casos de transmisión a través de
la placenta, en el parto y por medio de la leche materna. El VIF fue
descubierto en 1986 en una colonia de gatos que tenía una alta prevalencia de
infecciones oportunistas y condiciones degenerativas, y fue identificada como
enfermedad endémica en la población mundial de gatos domésticos.